junio 12, 2007

"Jamás pensé que el Negro José me iba a estafar" 2 de julio del 2006

Eduardo García mira al fotógrafo y una lágrima corta su cara fastidiada. Está recordando una época en que la palabra valía. “Jamás creí que El Negro José (por Alperovich) me iba a estafar”, dijo a el periódico. El es uno de los cientos de accionistas del Banco NOAR y uno de los que acusa a José Alperovich, otrora el Negro, por quiebra fraudulenta, estafa, asociación ilícita y aguamiento de acciones.
¿Cómo conoce usted a José Alperovich?
Por el padre, León, cuando era uno de los integrantes de la cooperativa. La primera vez que lo vi era un chico. Y le decían el Negro. Ni el nombre le sabía.
¿Ustedes eran accionistas del NOAR?
No sólo accionistas, éramos socios fundadores. Poníamos plata continuamente. De hecho, me nombraron padrino en la apertura de la Sucursal Ciudadela, por haber aportado $ 180.000.
¿Por qué acusa al gobernador de estafa?
Alperovich asume como presidente del directorio en 1991, junto a otra gente que defraudó al banco. Hasta ahí, el NOAR era una entidad saneada, con muchas propiedades e inversiones, e incluso hasta se hablaba de crecimiento. El directorio de Alperovich lo único que hizo fue sacar plata del banco.
¿Cómo eran esas maniobras?
Cuando el banco se fusiona, argumentan aguda iliquidez de caja y fuga de depósitos. Pero era mentira. Armaron una triangulación para hacer una AFJP; después sacaron dinero para créditos hipotecarios, también para la Terminal de Ómnibus (que terminó con una quiebra y un juicio donde se evaporó el dinero). Incluso pidieron plata para armar un banco de los llamados de “segundo piso”. Todas las asambleas eran para sacar dinero. Se endeudaron con obligaciones negociables por $2 millones a último momento. Y así hicieron desaparecer nuestras acciones. El consejo directivo estaba integrado por, entre otros, Carlos Rojkés, Jorge Gassembauer, Daniel Weiner, Luis Alziczon y Jacobo Arruj, como síndico.
¿Qué hicieron para frenar esas maniobras?
Primero, confiábamos en el directorio. Pero además, nos retaceaba información. No teníamos acceso al libro de asociados. No nos decía cuántas acciones teníamos, o cuánto valía cada una.
¿Cuántas acciones tenían ustedes?
Mis acciones estaban divididas en tres firmas. Eran unos 16 millones de acciones.
¿A cuánto dinero equivalía cada acción?
La síndico del Banco Central, Gabriela Rodríguez, determinó, por orden de la fiscalía de Carlos Albaca, que el valor de cada acción era de un peso.
O sea que me robaron $ 16 millones. Y la Justicia debe investigar que pasó con el resto de las acciones. En total, el Banco tenía 117 millones de acciones.
¿Qué hizo la Justicia?
No hace nada. Ya pasaron ocho años de la denuncia y Albaca no hace nada. Hay presiones políticas. ¿Qué juez se le va a poner en contra? Además, encima que nos deben, nos quieren rematar la casa.
¿Por qué?
Teníamos un crédito con el Banco NOAR, por $ 30.000, de los cuales pagamos $ 20.000 por adelantado. Cuando se fusionó con el Mayo, mandamos 4 o 5 cartas documento, para que reconozca que nuestra deuda estaba compensada con nuestras acciones. Y un juicio determinó que no le debíamos nada. Pero después hicieron la trampa de la venta del fideicomiso ACEX al Comafi. Hoy hay 1.200 ex deudores del NOAR-Mayo, con juicios con el Comafi, a pesar de que les robaron sus acciones.
¿Espera algo de Alperovich?
Que arregle lo que robó. Es un estafador. Y se merece ir preso junto con su socio Beraja. Yo voy a llegar hasta las últimas consecuencias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yoya no kiero saber mas nada. todo es un kilombo

Anónimo dijo...

En todas partes es igual. Aqui en Mendoza tambien hacen lo que quieren. .. a no calentarse. Javi.